Apinox:
una pasión durante más de treinta años
Describir la historia de una empresa es siempre un compromiso arduo, ya que el éxito de una actividad empresarial siempre es el resultado de diferentes factores. Hablar sobre su nacimiento, crecimiento y desarrollo es cada vez más un elemento de orgullo para todas las personas quienes han contribuido a la consecución de metas ambiciosas.
Apinox nació el 14 de Abril de 1981, en un edificio industrial en el pueblo de Godega di Sant'Urbano, gracias a un pequeño grupo de personas con dos cosas principales en común: un gran deseo de hacer cosas y, aunque eran jóvenes, con mucha experiencia, el resultado de estudio, pero sobretodo de una dura práctica en el campo laboral que nunca han eludido.
Como es habitual, el inicio fue sinónimo de sufrimiento y compromiso constante que, sin embargo, se vi recompensado con importantes satisfacciones, tanto por lo que se fabricaba como por el reconocimiento por parte de los primeros clientes.
La sede operativa resultó pronto ser limitada en cuanto a espacios, así que en 1987 Apinox se trasladó en la sede actual en el polígono industrial de castello Roganzuolo en el municipio de San Fior.
Desde ese momento, Apinox ha crecido de forma continua y constante, sin olvidar invertir, año tras año, en nueavas tecnologías que han permitido obtener un personal flexible y versátil.
Hoy en día, Apinox cuenta con 50 empleados divididas entre Producción, Almacén, Departamento técnico/de diseño, Contro de Calidad, Administración, y Departamento comercial.